Un día Don Carlos llego a Animal AWARE con un gatito. Mientras el iba al trabajo escucho un maullido que salía de un arbusto, y ahí estaba la pequeña Carlita. ¿Como habría llegado a este lugar? ¿De donde venia ella? Sólo se puede especular que la habían dejado valiéndose por sí misma, algún ser humano que ya tiene demasiadas bocas que alimentar en la casa. ¿O ella habia ido demasiado lejos, y se perdió? En cualquier caso, ella encajo perfectamente con los otros gatos en Animal AWARE. En este momento ella parecía muy feliz, aunque estaba perdida.
Es muy gratificante para nosotros ver a un cambio de actitud en alguien que ha vivido toda su vida sin entender la idea de que un animal pueda necesitar o merecer ningún tipo de respeto, consideración o cuidado. Es alentador pensar que una actitud puede cambiar, y uno sólo puede suponer que Don Carlos había llegado a la conclusión de lo que estamos haciendo aquí en Animal AWARE es comprensible y útil. Esperamos que le enseñe de como uno debe tratar a los animales, y así difundir aún más la preocupación por el bienestar animal. Desde luego, puede estar orgulloso de haber rescatado a Carlita, y estoy seguro de que ella está muy agradecida con él. Después de todo – no sólo le debe su vida, también comparte su nombre.
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